Gafas de seguridad

Gafas de sobreponer lo bueno y lo malo

A la hora de buscar diseños para gafas de seguridad las gafas de sobreponer pueden ser una buena opción

Las gafas de sobreponer o gafas (OTG) por sus siglas en inglés para “Over The GLass” son gafas de seguridad que, como su nombre lo indica, se “sobreponen” sobre sus gafas de uso diario.

Este diseño de gafas de seguridad es muy apetecido en el mercado en especial por empresas en las que la contratación de personal es muy grande pero a la vez fluctúa constantemente.

¿Qué significa esto?

En pocas palabras que, al tener que entregar gafas de seguridad como Elemento de Protección Personal, los empleadores siempre buscarán las mejores opciones que se ajusten a un presupuesto usualmente ajustado.

Con una alta rotación de personal en estas empresas, optar por otras opciones de gafas de seguridad como las gafas de seguridad industrial para lentes de formula, las cuales muy probablemente serían mas adecuadas y mas ergonómicas, sería prácticamente una locura presupuestal.

Entonces si lo vemos desde el punto de vista económico este diseño de gafas de seguridad se muestra como una gran opción por ser además fácil de adaptar y usar por cualquier persona.

En las leyes Colombianas relacionadas con la salud y seguridad en el trabajo, el denominado “ESTATUTO DE SEGURIDAD” enuncia esta situación de manera muy especial en el artículo 180 de la Resolución 2400 de 1979.

El artículo dice:

….“Para los trabajadores que utilizan lentes para corregir sus defectos visuales y necesitan protección visual complementaria, el patrono deberá suministrar gafas especiales que pueden ser colocadas sobre sus anteojos; en caso de ser imposible utilizar ambos tipos de anteojos, el patrón deberá suministrarles anteojos de seguridad corregidos”

Esto nos lleva a ver qué cargos o situaciones aplican allí, pues tratando de ser muy precisos en el tema, son muy pocas las situaciones que ameritarían la obligatoriedad de las gafas de seguridad para lentes formulados y por tanto las gafas de seguridad para sobreponer serían la primera opción.  

Al menos desde el punto de vista del EMPLEADOR soportado en el aspecto económico expuesto al principio.

Pero….

¿Es en realidad todo tan bueno? Veámoslo desde el punto de vista de un usuario de gafas.

Generalmente usar gafas no es del todo incómodo pues el rostro se acostumbra a tenerlas y generalmente el usuario busca monturas que sean ergonómicas pues su fin es usarlas permanentement o con cierta permanencia.

Partiendo de la base de usar gafas permanentes y debemos además usar unas gafas de seguridad para sobreponer, si las gafas de seguridad son lo suficientemente cómodas, su uso prácticamente no se siente.

Aunque la realidad por diseño de estas gafas sea realmente otra en muchos casos.

Al “adicionar” otras gafas encima de las gafas en uso, el aspecto ergonómico sin duda comienza a ponerse mas difícil para el usuario.

Siendo usuarios de gafas permanentes y de gafas de seguridad para sobreponer, por experiencia sabemos que una de las primeras restricciones que se dan de estas gafas de seguridad esta directamente relacionada con el DISEÑO de las mismas.

La gran mayoría de gafas de seguridad para sobreponer tienen alguno de los siguientes problemas: brazos MUY GRANDES que se apoyan de forma incomoda, un habitáculo muy reducido para “albergar” las gafas de fórmula es considerablemente reducido y/ó unos brazos demasiado ajustados y a la vez in-ajustables o in-amoldables.

Ahora, si bien estas situaciones ponen en entredicho la comodidad y son agravadas con el tiempo de uso la realidad  conlleva 3 situaciones principales:

  1. Molestias en la parte superior de las orejas e inclusive Dolor de cabeza recurrente por tener un brazo de mayor tamaño encima
  2. Necesidad de separar las gafas del rostro para mejorar la ergonomía con la consecuente caída constante de las gafas de seguridad para sobreponer.
  3. Posicionamiento inadecuado del elemento de protección personal en el rostro para mejorar la comodidad.

Y esto, no es lo único tal vez la situación MAS GRAVE E INDESEABLE de todas, aquella que se busca solucionar pero que irónicamente, con la obligatoriedad de este tipo de productos finalmente conlleva lo contrario como resultado es El NO USO DE GAFAS DE SEGURIDAD POR MALA ERGONOMIA.

Es por esto que en muchas empresas que optan por este tipo de armazones, los tienen asignados para uso en Visitantes u otros trabajadores en condición de trabajo temporal (menos de 2 meses) y/o muy corto (inferior a 4 horas).

Pero……..

¿Son entonces las gafas de seguridad para sobreponer una opción errada?

Claramente No lo es (por alguna razón están avaladas y recomendadas legalmente).

Las gafas de seguridad para sobreponer son una buena elección siempre y cuando se tenga en cuenta el factor ergonómico de todos los usuarios y es allí donde cobra vida la segunda parte del articulo 180 del Estatuto de Seguridad al decir; “……..en caso de ser imposible utilizar ambos tipos de anteojos, el patrón deberá suministrarles anteojos de seguridad corregidos”.

Cualquier trabajador usuario de gafas de seguridad formuladas de orden permanente, que por alguna u otra razón tiene un trabajo de “campo” dedicado y exclusivo debe tener la posibilidad de usar gafas de seguridad para lentes formulados de montaje directo.

En AIMD consideramos fielmente que CUALQUIER diseño de gafas (gafas de seguridad para uso encima de gafas, gafas de seguridad para lentes formulados) debe ser evaluado en el momento de hacer el examen visual.

Así mismo, consideramos que no son para todos los cargos ni mucho menos para todas las personas pues además de las situaciones ergonómicas ya expuestas, asuntos netamente anatómicos como el tamaño del rostro, el tabique nasal, la posición de las orejas y la configuración del cráneo juegan un papel importante que pone en duda su verdadera efectividad.

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